Sé que ya soy mayorcita, y que quizás deberíais gastar vuestro preciado tiempo en alguien que no estuviese más cerca de los 30 que de los 20, o que os dejase bajo el Belén unos zapatos más pequeños que el 41 que os dejo yo, pero lo último que pierdo es la esperanza, y os escribo una carta con aquello que alguna vez pedí pero nunca llegó a mis manos. Si leéis esto, un consejo: no intentéis buscarlos en Toys'R'Us, porque mucho me temo que después de 20 años estarán un poco descatalogados. Probad Ebay si eso. Tenéis internet en oriente, ¿no?
Chabel Cenicienta
Seamos sinceros: si yo quería una Chabel es porque mi prima tenía una. Y éramos "culo veo, culo quiero". Ah, y por el álbum de pegatinas que sacaron, que estaba muy chulo. Obligaba a mi pobre madre a comprarme kilos y kilos de chicles de dudoso gusto, y me los metía en la boca de 5 en 5 para que se acabaran pronto y poder así tener más pegatinas. Pues la pegatina de la Cenicienta es la única que me quedaba, y no salía la jodía. Conseguirla suponía conseguir un super premio de Chabel, y claro, llegué a obsesionarme y a tener pesadillas con la dichosa muñeca. Tanto, que al final decidí pedírosla, aunque no sé muy bien si para jugar con ella o pegarle una paliza por semejante sufrimiento.
La Villa De Chabel
Éste era uno de los super premios que te daban tras completar el álbum de pegatinas. Ya que me pedí Chabel cenicienta, pues pensé que no estaría de más que tuviese su propia casa, ya que, con lo enana que era, las cosas de las Barbies le quedaban gigantescas. Pero claro, supongo que pensásteis que sin Chabel, para qué quería la casa. Bien pensado.
Álbum Panini de El Rey León
Vosotros que me conocéis bien sabéis que soy muy vaga. Por eso me pedí el álbum completo ya de El Rey León. Ya tuve antes el de La Sirenita y Aladdín, y para ser sinceros, eso de tener que gastarme la paga en sobres con pegatinas para que luego me saliesen todas repetidas, pues me mataba de rabia. Pero claro, supongo que vuestra apretada agenda os impedía sacar tiempo para comprar el álbum y pegar las pegatinas vosotros mismos. Lo entiendo.
La Casa Maletín de Pinypon
A mí eso de una casa que la cierras y es un maletín era una cosa que me dejaba con la boca abierta cada vez que lo veía en la tele. Y claro, encabezó ese año mi carta a los Reyes. Pero nunca la recibí, no sé bien por qué. En su lugar me trajísteis el centro comercial. No me quejé demasiado, pero le comenté a mi madre "¡Estos Reyes están atontaos! ¡Les pido la casa y me traen el centro comercial!". Supuse que fue un error, y que algún niño que pidió el centro comercial recibió la casa maletín en su lugar y se encontraba en la misma situación que yo, me solidaricé y pensé para mis adentros "Si es que son muchos niños en una noche, es normal que se equivoquen". Bendita inocencia.
Ken Barba Mágica
Otra cosa que me dejó impactada en mi tierna infancia. ¿Un Ken al que se le puede afeitar? ¿Pero qué tipo de brujería era esa? ¡Yo lo necesitaba! Pero nunca llegó a mis manos. En su lugar, recibí un Ken, que lejos de tener ese pelazo y esa barba, tenía unos patines super modernos que echaban chispas. Y con eso me conformé y tan contenta.
Eso es todo queridos Reyes Magos. Espero ansiosa vuestra llegada esta noche. Como siempre, dejaré los zapatos bajo el Belén, esperando que me los llenéis de caramelos como antaño.
Besitos