Siempre he admirado a la gente que sabe cocinar. Yo soy de las que ve a Karlos Arguiñano y le da una rabia envidiosa interna irrefrenable. Pero es que a mí me falta ese gen... y mira que yo intento aprender, pero no se puede luchar contra las taras genéticas, y como dice mi madre, "ya se nos han pasado los 2 años de garantía y no te podemos devolver".
Pero yo lo intento. A mí es que hace falta que me digan "tú no vales para ésto" para que yo me empeñe. Así que ayer dije que la cena la hacía yo. Nada, cosa sencillita: queso fresco a la plancha, huevos duros, y unas gambas a la plancha (es que estamos a dieta toda la familia... otro día lo cuento, porque es para escribir un libro).
Parece sencillo, no? Un cazo para los huevos, una sartén para el queso fresco y las gambas al horno. Se pueden hacer las 3 cosas a la vez, así que perfecto. Pues lo intenté, os lo juro, pero tengo que publicar el balance de daños y destrozos producidos para que os creáis lo desastre que soy:
1. Dedo quemado con la bandeja del horno
2. Dedos quemados tras intentar coger las gambas con las manos
3. Inundación de la cocina y empapamiento de mi persona tras fregar el cazo y que eso hiciese efecto catarata
4. Pequeño fuego sin incidentes cuando el aceite de la sartén se prendió un poco
El resultado de todo ésto fue enervar a mi madre, que entró en la cocina agitando los brazos y gritando de todo menos piropos. Y no lo entiendo, porque a mí el flameado del queso fresco me dio la risa, pero a mi madre todo lo contrario. Lo más bonito que salió de su boca fue "inútil". Pero en el fondo sé que se ríe por dentro y que le hace gracia que en un futuro, cuando me independice, voy a tener que estar viniendo a comer para evitar una desnutrición severa.
Total, que la cena nos la comimos y estaba buena, pero mi madre me ha puesto una orden de alejamiento de la cocina (una de tantas) y dice que habla en serio y que no dudará en usar la fuerza contra su primogénita.
Lo volveré a intentar, lo sé, porque soy muy cabezona, y me gusta luchar contra las taras genéticas. Pero quizás otro día, cuando los instintos asesinos de mi madre se hayan calmado.
Te entiendo, yo cada vez que intento cocinar acaba quemado, salado, sosoo pastoso.
ResponderEliminarLo que nunca entenderé como lo hago para dejar todo crudo por dentro y negro carbón por fuera.
Yo también envidio a los que saben cocinar :/
Y yo que disfruto viendo los programas de cocina y soy un desastre total.
ResponderEliminarAún estoy en la fase de aprender a "saltear", lo que tan fácil parece en la tele me es imposible, que se le va a hacer, si no valgo no valgo.
Saludos
Lo tengo decidido: cuando me independice, me voy a un edificio que tenga un bar! :)
ResponderEliminarMe alegro de no ser la única torpe entre sartenes, por cierto... a ver si los raritos son los que saben cocinar!
La próxima vez podrías ir poco a poco... no todo a la vez! jaja.
ResponderEliminarYo no sé cocinar grandes platos, pero me apaño para sobrevivir y esas cosas. Pero bueno, como dices, siempre quedará el bar de abajo...
he tenido que cambiar la dirección de mi blog, la nueva es:
ResponderEliminarhttp://secretosdecondesabathory.blogspot.com/
Cuando puedas te pasas y te suscribes allí. Por favor borra este comentario. Saludos!